UN ESTADO DE POSIBILIDADES



Sonia Fernández-Vidal ha trabajado en el Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN), en el proyecto del nuevo acelerador de partículas Large Hadron Collider (LHC), en el Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO) y colaborado con la división teórica del Laboratorio Nacional de Los Álamos (LANL). Investigación y docencia son sus dos pasiones, convirtiendo complicadas fórmulas y teorías en conocimientos accesibles para el público general.


-En su libro desarrolla el Principio de Superposición, indicando que "En el mundo cuántico, las cosas pueden estar en dos sitios al mismo tiempo, o de dos maneras". ¿Qué traducción tiene eso en el mundo que nos movemos?
-El Principio de Superposición nos indica que la realidad no está definida, es decir, que una partícula puede estar cogiendo el camino de la izquierda y la derecha al mismo tiempo. Sin embargo, cuando un observador -nosotros mismos- queremos mirar esta cosa, saber cómo se hace, pues esta partícula tiene que escoger el ir por la izquierda o por la derecha. Digamos que se manifiesta o se crea esa realidad en ese momento determinado. ¿Cómo nos afecta a nosotros en nuestro día a día? Esa es una pregunta en la que los físicos estamos trabajando, es decir, ¿cómo se hace esta transición desde el mundo más pequeñito, donde pasan estas cosas tan extrañas, que las partículas pueden estar en dos sitios, a nuestro día a día, donde nosotros no podemos ir a la izquierda y la derecha al mismo tiempo? Muchos investigadores están estudiando cómo darle coherencia.
-Por ejemplo, si en nuestra vida tenemos dos opciones, ¿mientras no elijamos existen las dos?
-Exacto. Pero fíjate que lo que dicen los físicos va incluso más allá, es más atrevido. En cierto modo si yo me despierto una mañana de buen humor y me enfrento a un atasco de tráfico, yo puedo escoger cómo vivir mi realidad, si tomármelo bien o mal. Eso influencia a una realidad muy subjetiva. Pero lo que vemos los físicos en los laboratorios es que por el hecho de observar, estamos determinando una realidad objetiva entre comillas. A una partícula le estamos haciendo elegir un camino u otro. Estamos afectando a ese mundo objetivo, externo a nosotros.
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Eduardo Sáenz de Cabezón, doctor en matemáticas: Richard feynman empezó con la idea de los ordenadores cuánticos, pero fue David Deutsch en 1985 quien diseñó las bases de la computación cuántica, que sería, en teoría, capaz de realizar tareas que la computación clásica no puede hacer, y eso gracias al paralelismo cuántico, a la capacidad de hacer varias cosas al mismo tiempo. Así como los ordenadores normales, los bits, solo pueden estar en uno de dos estados –cero o uno-, los componentes de los ordenadores cuánticos, los qubits, pueden estar en una superposición de ambos. O sea, que permiten representar y calcular varias cosas simultáneamente. No es que los qubits vayan cambiando de tarea muy rápido, es que las puede hacer a la vez. (El semanal, 7 de diciembre de 2014)

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Estamos hablando de un estado de posibilidades, donde todo se encuentra íntimamente conectado, formando parte de un todo mayor. Como un terreno de prácticas para que la consciencia se amplifique y se expanda a través de la naturaleza de las experiencias que vive.

Las teorías cuánticas sugieren que el universo y nuestros cuerpos están compuestos de campos de energía siempre cambiantes, que interactúan unos con otros para crear nuestro mundo de maneras que sólo pueden ser descritas como posibilidades. Esto es importante para nosotros, porque somos parte de la energía que está interactuando. Y nuestra conciencia de este hecho es lo que lo modifica todo…
La energía cuántica puede existir con dos formas diferentes: como partículas visibles o como ondas visibles. 
La energía sigue estando ahí en ambos casos, aunque se da a conocer de distintas maneras…una partícula cuántica puede estar en un solo lugar, en dos lugares a la vez o en varios lugares simultáneamente. No obstante, lo interesante de esto es que, por más distantes que estén estos lugares a nivel físico, la partícula actúa como si todavía estuviera conectada…las partículas cuánticas pueden comunicar consigo mismas en distintos momentos temporales. No están limitadas por los conceptos de pasado, presente y futuro. Para una partícula cuántica, entonces es ahora y allí es aquí.

Braden, Gregg: La curación espontánea de las creencias. Ed. Sirio, Málaga, 2015, p.34

Saludos corazones creativos, Cecilia