La Creatividad está en valor, en auge.
Es un término que se
escucha desde la última década se escucha cada más y forma parte de nuestro
cotidianidad, cada vez hay más personas, expertos y coachs que quieren encender
esa chispa que nos lleva a ser creativos.
Todo ello es debido a que en el siglo
XX se produjeron muchos descubrimientos tecnológicos, científicos, sociales,
económicos…que nos condujeron en el siglo XXI a conocer cuál sería esa
capacidad humana que nos ayudaría a desenvolvernos en este mundo cambiante, a
través de distintos campos se fue centrando la mirada hacia la creatividad, ese
aspecto que descubrimos que todos poseemos, no es exclusivo de genios ni de
unos cuantos, sino que todos somos capaces de convertirnos en impulsadores de
cambios o de plataformas que consiga que nos adaptemos con beneficio a ellos.
De esta manera se fue convirtiendo en el centro de las
respuestas que necesita la humanidad, pero no sólo a nivel de crear una vacuna
que salve a la Humanidad sino en el día a día de nuestra vida, en cada día que
organizamos nuestro día.
Pues existe la creatividad histórica que es la que
origina esos saltos en los distintos campos que nos hacen avanzar y la
creatividad personal, los mecanismos psicológicos son los mismos, la única
diferencia es que unos pasan el filtro del proceso de evaluación de la sociedad
llegando a tener un reconocimiento y el otro no, pero es el mismo
funcionamiento.
La creatividad es la respuesta, ya no lo es la Inteligencia, no
es el cerebro más cualificado el que nos va a dar las soluciones a los
problemas que la sociedad no es capaz aún ni de imaginar, sino que es ese
resorte que nos enciende la chispa de ver lo que los demás no ven, no porque no
sean capaces sino simplemente porque no se lo han planteado.
Incluso en las situaciones de crisis suele ser muy habitual que esas situaciones que nos hacen
movernos de nuestra comodidad o digámoslo esquema habitual, nos fuerce a buscar
otros esquemas u otros respuestas a situaciones de trabajo, personales,
sociales, etc. Nos hace salir de nuestro confort y simplemente plantearnos
preguntas que de otra manera nunca hubieran surgido.
En situaciones de crisis
surgen inventos o ideas creativas, por ejemplo en esta crisis económica hay
urgido ideas como el compartir el coche en un viaje para poder pagar la
gasolina (bla bla car), el banco del tiempo (donde la gente comparte e
intercambia tareas o actividades) el antiguo trueque, el alquiler con opción de
compra, los menús anti-crisis de los restaurantes, las fórmulas de ir a un
restaurante para aprender a hacer un menú, elaborarlo y compartirlo con amigos,
etc.
O en situaciones dramáticas como el hundimiento de 33 mineros en Chile que
llevó a pensar artilugios para dar solución a una situación límite, el que más
me llama la atención es el “gallófono” que inventó Pedro Gallo, una persona
ajena a toda la infraestructura internacional que se organizó para poder
sacarlos de allí.
La palabra crisis es una palabra griega que significa cambio de
dirección y de opinión, en nuestra vida personal hemos visto que son necesarias
estas etapas de situaciones personales complicadas para llegar a plantearnos
nuevas cosas, para hacernos preguntas y para quitarnos de encima situaciones o
personas que de otra forma no lo hubiera ocurrido. Mirando hacia atrás nos
damos cuenta que ha sido necesario ese bache para empezar a subir la verdadera
cima de tu ser interior.
Por lo tanto la creatividad la poseemos todos, es más es lo
que nos diferencia de los demás seres vivos, es nuestra propia capacidad, la que nos hace más humanos.
Y es
que la persona creativa eres TÚ.
Es la capacidad más natural y exclusiva del
ser humano.
Cecilia García
saludos corazones creativos