Disfrutad de este breve fragmento del programa nº 87 del programa REDES
sobre el sistema educativo, haciendo un breve recorrido sobre cómo se ha
estructurado el sistema educativo, y cómo ante una sociedad totalmente distinta
tenemos que fomentar el talento y la creatividad de los individuos de
esta sociedad tan cambiante.
Resumen:
"Nuestros
antepasados aprendían unos de otros las habilidades cotidianas,
a través del
contacto y la repetición hasta que miles de años después
se inventó la
escritura, la primera revolución en el aprendizaje.
Entonces los textos comenzaron a vehicular buena parte
del conocimiento.
También cambiaron las cosas que aprendía la gente. Nacieron
las escuelas,
en ellas el profesor dictaba una serie de conocimientos que los
alumnos aprendían.
En el s.XVIII cuando se produjo la revolución industrial se
empezaron a regular
los sistemas educativos y el objetivo era preparar a los trabajadores
que luego
estarían a cargo de las cadenas de montaje de las fábricas, individuos
que hacían
lo mismo muchas veces al día. La escuela que se inventaron seguía ese
patrón,
todos los niños repetían y repetían de memoria, era un proceso lineal
y
estandarizado. Aprendían las materias
que consideraban útiles para la recién
nacida economía industrial. Modelo que
ha perdurado hasta ahora.
Pero ese
modelo ya no nos sirve, porque el mundo ha cambiado en el último
medio siglo radicalmente.
Los avances espectaculares que se han
producido
en la Tecnología y la Ciencia han hecho que pasemos de una sociedad industrial
basada en la producción masiva de objetos a una sociedad de servicios
e información,
cuyo motor son las ideas y la creatividad.
La Capacidad de inventar oficios más acordes
al siglo XXI y
por otra parte los descubrimientos científicos nos han ayudado a
conocer
cómo funciona el cerebro, órgano encargado del aprendizaje.
No
aprendemos repitiendo de memoria
sino haciendo, cuando nos emocionamos,
por
ello hay que trasformar la escuela de arriba a abajo,
necesitamos un sistema educativo
que mediante el aprendizaje social y emocional
fomentan la educación personalizada,
que potencie
el desarrollo de cada individuo,
que estimule la creatividad, la pasión, el talento, la
energía,
porque nuestro futuro está lleno de nuevos retos que requieren
nuevas
soluciones que dependen de cómo sea
la gente, de cuan vital, variada y creativa
sea la gente.
Y también feliz, que sea
feliz.
Necesitamos realizarnos, desarrollarnos y cultivar aquello
que nos
motiva y que nos hace sentirnos bien.
Bienvenidos a la escuela del s. XXI"