Ocurre que en muchas ocasiones nos olvidamos de lo que
el ser humano es capaz de hacer, a menudo hemos perdido
de vista el contacto entre lo maravilloso y lo habitual.
En la Isla de Pascua, durante los siglos XII y XVII
sus pobladores con unos conocimientos
básicos de física como el punto de apoyo y la palanca,
todo ello acompañado de la fuerza y la distribución del trabajo,
llevó a construir más de 600 móais, estatuas de piedra de incluso
más de 10 metros y 50 toneladas,
que hoy en día siguen asombrando.